Los juegos eran celebrados en el istmo de Corinto, más precisamente en el santuario de Istmia dedicado a Poseidón. Esta zona, es una franja de tierra de seis kilómetros de ancho, que une la península del Peloponeso con la Hélade, la parte de Grecia continental, y que en los laterales tiene al mar Jónico por un lado y al mar Egeo por el otro. Esta particular geografía ayudó al éxito y la importancia política de los juegos.
Existen varios relatos acerca del origen mítico de los juegos. Algunas les dan crédito a Poseidón y a Helios de forma conjunta. Otros solo dan crédito a Poseidón o algunos relatos nombran a Glauco, hijo de Sísifo, como fundador de la celebración. Por otro lado una tradición ateniense le da el crédito a Teseo, en recuerdo de sus hazañas en el viaje desde Trecén a Atenas. Hasta Plutarco lo menciona: “Teseo organizó las competiciones para poder medirse con Heracles (…), quiso merecer el honor de haber reunido a los griegos en los certámenes en honor de Poseidón en el Istmo.”
En una variante del mito, se cuenta que el cuerpo de Melicertes, fue llevado al Istmo de Corinto por un delfín, donde su tío, el rey Sísifo, lo encontró. Entonces en honor a su sobrino, el rey de Corinto comenzó con los juegos.
Si bien los juegos se celebraban con anterioridad, se toma como fecha oficial el momento en que pasaron a ser panhelénicos, el 582 a.C.
Los atletas de Élide no podían participar de los juegos. Hay varias versiones del porque no lo hacían. Según Pausanias, entorno al quinto trabajo que le encomendaron a Heracles, este entra en guerra contra el rey de Élide, Augías, quien convoca a los gemelos Ctéato y Éurito. Estos eran hijos de Poseidón, y se los conocía como moliónidas, Lideraban como generales el ejército de Augías. La guerra se interrumpió cuando Heracles estuvo enfermo y firmó una tregua con ellos. Pero los gemelos atacaron por sorpresa y provocaron muchas bajas, entre ellas Ificles, hermano de Heracles. Enfurecido, el semidiós, rompió la tregua que se daba por los juegos, y tendió una emboscada que dio muerte a los moliónidas. Entonces los eleos solicitaron a los corintios que, por este hecho no dejaran competir a los de la Argólide en sus juegos, pero como los corintios no quisieron aceptar esto, Molione, madre de los gemelos, maldijo a todo eleo que fuera a competir a los juegos Ístmicos.
Según otra versión, los eleos se negaron a competir porque dos hijos de un distinguido ciudadano de Élide, fueron asesinados por unos rivales durante los juegos. Otra versión dice que Cípselo, tirano y fundador de los juegos, consagró una figura de oro a Zeus en Olimpia, pero murió antes de que su nombre figurara en ella. Los eleos no quisieron conceder permiso para reponer el nombre póstumamente, por lo cual los corintios excluyeron a los atletas de Élide.
Durante los juegos tenían lugar los rituales religiosos, como los sacrificios, las libaciones y las procesiones, que rendían honor a Poseidón, Anfitrite, Leucótea y Palemón.
El programa abarcaba competencias gimnasticas como la carrera, el pugilato, el pancracio y el pentatlón. En el Istmo también se corría la llamada “carrera hípica”, con cuatro estadios de distancia, unos 750 metros. Además había agones musicales, poéticas y es posible que hubiera un concurso de pintura.
Los atletas se dividían en tres categorías hombres, imberbes y niños. Hay registros de victorias femeninas, tanto en competiciones atléticas como poéticas y musicales, pero no se sabe si era habitual.
Los vencedores recibían como premio una corona, que se confeccionaba con las ramas del gran bosque de pinos que rodeaba al santuario.
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